El Colapso

El primer texto que he publicado será uno de cuatro textos que conformaran una serie que trata sobre un posible futuro de la humanidad en el que la civilización actual colapsa, de como las distintas sociedades del futuro afrontan y superan el desastre, renacen de sus cenizas y para terminar como se construyen fundamentos de la próxima civilización.

Durante la primera mitad del siglo XXI tuvo lugar el acontecimiento histórico que más tarde pasaría a conocerse como el colapso de la civilización industrial, dando por finalizado un periodo de bonanza material y progreso de las ciencias que se inició tras la segunda guerra mundial en los países que por entonces se denominaban desarrollados. 

El colapso consistió en una serie de crisis que provocaron una reducción drástica en el bienestar y la calidad de vida de la sociedad en su conjunto. Las crisis se sucedieron en dos etapas, primero aquellas que afectaron a la continuidad del sistema fundamentalmente la escasez de energía y recursos (escasez de petróleo). Por otro lado las derivadas de la destrucción de los ecosistemas que sostenían la alimentación de la sociedad, como el cambio climático. 

Tal y como muchos expertos vaticinaban la primera gran crisis en llegar fue la escasez de petróleo por el agotamiento geológico de las reservas más fáciles de extraer, aunque quedaba mucho petróleo era muy caro extraerlo y la tecnología no reducía los precios de extracción a la velocidad necesaria para sostener la economía y el sistema financiero. La siguiente gran crisis afecto al rendimiento de los cultivos al nivel mundial. Con la economía mundial ya en crisis consecuencia de la escasez de energía, el sector agro-alimentario estaba muy afectado y los precios de los alimentos disparados, en esta situación la escasez hídrica agravada por el calentamiento global peor de lo previsto unido a la pérdida de biodiversidad y la extinción de especies como insectos polinizadores necesarios para sostener los ecosistemas provocó una pérdida de cosechas a nivel mundial. El hambre y los racionamientos se convirtieron en lo habitual y los estados de todo el mundo se vieron inevitablemente encaminados a su destrucción a causa de la guerras o a la implantación de sistemas totalitarios para asegurar control de la población y los recursos.