La dama Caballestre

 Primer capítulo

Hace muchos años, se decía que en un lugar muy lejano se tenía en cuenta los méritos en la sociedad. Una dama bastante joven como para llamarla “Dama”, llamada Amalia y apellidada Caballestre, muy inteligente y luchadora, fue nombrada como “La dama Caballestre” por sus exitosas hazañas y heroicidades en la sociedad. La chica recibió numerosos honores por parte de los nobles de la tierra y numerosos premios por parte de la sociedad. Ella era hija de una científica que a la vez era profesora y de un pregonero. No tenía hermanos ni primos, siempre estaba sola con sus dibujos y escritos.

La historia de Amalia continúa.

La joven Amalia está en su cama durmiendo, amanece y los rayos de sol comienzan a entrar por su ventana. Abre sus ojos y vuelve a cerrarlos, se mueve hacia el otro lado y se queda un cuarto de hora más durmiendo. Su padre es quién la levanta dándole los buenos días.

• Buenos días, hija.

• Hola, papá

Se levanta de la cama y va a darle un abrazo a su padre, el sol ya hace que su cuarto tenga luz natural por dentro. Padre e hija se abrazan y van juntos a la cocina, lugar en el que la progenitora los recibe mientras prepara el desayuno de todos los días.

• Hola, hija, ¿Qué tal la noche?

• Bien, mamá, he dormido de un tirón.

• Al fin y al cabo, las pastillas que tomas para el sueño te valen- le comenta su padre.

La hija asiente con una sonrisa.

Padre e hija se sientan a la mesa y es la madre quién pone el desayuno en la mesa. Hay variedades de desayunos para desayunar. Los tres lo disfrutan.

Son las diez y media de la mañana, ya hay gente por la calle caminando, niños jugando y correteando por las calles. Cómo se nota que es sábado por la mañana. Hay mucha alegría por las calles. 

Los tres terminan su desayuno, y aunque es fin de semana, uno tiene que pregonar por las calles, otra tiene que preparar las clases para dentro de dos días y seguir investigando y la última tiene que ir estudiando para ser una dama caballero. En algún momento del fin de semana y del día encontrarán un hueco para descansar de sus obligaciones. Se ponen con sus obligaciones.

En este mismo instante a unos kilómetros más allá están planeando en invadir la ciudad en la que vive la dama Caballestre y convertirles a todos los habitantes en los siervos de la emperatriz Malannajahadeu.

Segundo capítulo

Se oyen ruidos que impactan mucho en las calles de la ciudad, ya es de noche y nadie sabe lo que va a pasar. Todo el mundo tiene miedo, ya comienza a haber mucha barbarie, niños llorando, mucha sangre, muertes… la gente se prepara para defenderse, lo cual quiere decir que la dama Caballestre tiene que defender su patria. 

La joven corre hacia el vestuario y se pone su traje de dama caballero. Prepara sus armas y sale a defender su tierra. La guerra está a punto de empezar, muchas damas caballero se reúnen para cooperar todas juntas y acabar con esto de una vez por todas.

La barbarie sigue creciendo, las damas caballero se van juntando y se van poniendo enfrente del enemigo. La emperatriz abre su boca para comenzar con el discurso.

Ella dice que se trata de un grito de furia y odio hacia la patria por el grave error que cometieron hace unos cuantos lustros. Pero, ¿De qué error habla la emperatriz Malannajahadeu? Nadie sabe de cuál habla, ya han estado cometiendo unos cuántos hacia ella, todo el mundo se confunde, hasta los representantes de una misma patria se confunden y fallas a los de la otra. Hace tiempo que no se relacionan una patria con la otra. Los de la emperatriz preparan sus armas.

La pelea comienza en un “Ya”.

Tercer capítulo

La pelea se da por terminada, los de la emperatriz resultan ganadores, empieza a haber de todo; vencidos llorando cuando ven que son separados de sus seres queridos y familiares, gente con heridas de distintos grado y moratones, sangre, palizas… la dama Caballestre logra esconderse de los enemigos. Sus progenitores no se escapan de esta. 

Todo el mundo, a excepción de unos pocos como la protagonista de esta historia, es trasladado hacia la casa de la emperatriz y distribuidos entre los reinos que había invadido la misma emperatriz gracias a su gran ejército. La protagonista se pone a pensar en un plan para sacarlos a todos de ahí.

• Amalia, ¿En qué tramas? -Le pregunta una de sus compañeras dama caballero.

• En hacer un plan que nos haga libres a todos- Contesta con ganas de tener aventuras.

Su compañera la mira atemorizada. Amalia reúne a los pocos que han quedado libres de la esclavitud y comienza a pensar en un plan. Todos le siguen el rollo, levantan sus puños y gritan un “Sí”

Su compañera traga saliva y acepta el reto.

Todos se reúnen y empiezan a ayudar a la chica joven para sacar a todos de ahí. Es de noche y hace frío, por lo tanto, ellos se refugian en el ayuntamiento del pueblo.

• ¿Qué tenemos qué hacer, dama Caballestre? Pregunta uno de los habitantes.

• Paciencia, cielo, paciencia, conforme vayamos pensando en el plan, iremos asignándonos roles que vayan asociados a vuestras habilidades- Responde tranquila la heroína del pueblo. 

• Mirad, aquí traigo un plano de cómo es la casa de la emperatriz, la he encontrado en el suelo y me la he guardado solo para ver cómo es- Comenta una ciudadana.

La heroína le pide que lo abra y la ciudadana le obedece. Extiende el plano por la mesa y todos le echan un vistazo para que el plan se les venga a la cabeza. Se pegan media hora pensando, y de repente, a la dama Caballestre se le ocurre una idea tan brillante que cuando se lo cuenta a los demás, esos se quedan con la boca abierta. 

El plan consiste en ir a otros reinos en busca de ayuda para que el imperio de Malannajahadeu se diera por terminado. Lo primero de todo es demostrar que la emperatriz ha de corregir su error y decir que lo que está haciendo es inhumano. 

• Y si la emperatriz pasa de corregir su error ¿qué hacer? Dama- Pregunta uno muy inseguro.

• En caso de que no acepte su error, lo que haríamos sería aprisionarla y liberar a todo víctima- Responde Amalia con seguridad.

• Mejor no usar la violencia de primeras, yo lo que haría es decirlo todo de buenas, y si vemos que no funciona, la iremos presionando más- Les habla una niña.

A todos le parecen una buena idea, pero falta algo.

• Lo que podríamos hacer es hacer un acuerdo entre la emperatriz y nosotros con la ayuda de nuestros aliados, es decir, como firmar un tratado de paz y acuerdo entre nosotros- Mejora el plan la dama Caballestre.

• ¿En qué consiste el plan? Dama- Cuestiona un niño que está siendo abrazado por su madre.

Amalia traga saliva y recoge el plano.

• El acuerdo consiste en fundar un nuevo país con la condición de que los libere, y si no funciona, buscaremos un plan B- Contesta ella mientras estudia lo que podría pasar, sabe perfectamente que a esa invasora es difícil llegar a un acuerdo.

Mira el reloj, son las ocho y media y le dice a todo el mundo de prepararse para ir en busca de ayuda. Este proceso se va a tardar en realizar. 

Cuarto capítulo

Entran por las puertas de un reino de confianza, el grupo de los pocos que se han librado de la emperatriz pide ayuda para liberar a todos los presos. Los capitanes del ejército del otro reino llamado Antiguos reinados, también reyes supremos y absolutos, firman el tratado de ayuda.

• Siempre y cuando quieras, Dama Caballestre, cuenta con nosotros- Le es amable el superior de Antiguos reinados.

• Los reinos aliados estamos para ayudarnos los unos a los otros, dama- Añade la superiora.

Amalia les da las gracias con una sonrisa y también firma en nombre de los supremos de su propio pueblo, aunque ellos no lo sepan. 

• De verdad, muchas gracias, no sé cómo iría sin vosotros la cosa- Les agradece de nuevo con otra sonrisa.

• No hay de qué- Le devuelven la cortesía los supremos.

Confirman hora y sitio para partir del mismo lugar e ir a la casa de la emperatriz a firmar el tratado. Se dan las manos y se despiden. Amalia, toda contenta, se despide y se va con su grupillo al segundo reino de confianza que tienen; Nuevos reinados.

Quinto capítulo

Son las nueve ya cuando entran en Nuevos reinados, se dirigen al castillo y entran con cortesía.

• Sus superiores los supremos de este reinado, venimos en busca de vuestra ayuda- Saluda con amabilidad Amalia- Necesitamos liberar a todos los presos de la emperatriz Malannahajadeu y terminar con su invasión, por favor.

Ambos supremos la reciben y se miran uno a la otra. Asienten con su cabeza y firman el tratado que Amalia propone ahora mismo en las cortes. 

• Cuenta siempre con nosotros, Dama Caballestre.

• Muchas gracias, mis superiores- Agradece de todo corazón.

Firma Amalia y queda en el mismo sitio y a la misma hora que con los anteriores supremos. El proceso ha tardado menos de una hora en hacerse. 

Mañana será el gran día.

Sexto capítulo

Entran en las puertas del castillo de la emperatriz, al oír sobre la propuesta del pacto, la emperatriz niega con la cabeza y dice que no quiere nada de propuestas.

• Nada de propuestas, jovencita.

• Emperatriz- Le nombra toda muy calmada- lo que queremos es promover la paz y la igualdad…

• He dicho que nada de propuestas- Le interrumpe- No sé cómo cojones intentas poner paz a todo esto siendo una joven.

La emperatriz la mira de mala cara y se echa a reír.

• Pero, ¿Cómo puedes ser así de joven cuando tienes que hacer esto? Se cachondea y se ríe a carcajadas.

Eso no le parece bien a Amalia, frunce el ceño y espera a que deje ya de reírse. Cuando para de reírse, ve que la mira enfadada.

• Ha habido mujeres que a mi edad han hecho cosas mejores que esto, así que no se ría que esto es muy importante para que lo sepas.

• ¡Ja! Ni que lo digas tú.

Amalia se pone cada vez más nerviosa y da un buen puñetazo a la mesa, la emperatriz deja de reírse y tiembla al ver a la joven enfadada.

• ¿Crees que con tu corta vida vas a poder convencerme, niña? Y se echa a reír.

• ¡¡Ya vale, Malannahajadeu!! ¡¡Esto va en serio!!

• No, paso, yo ahora mismo me voy a dormir.

• Malannahajadeu, ¡va en serio!

Se niega y ríe malévolamente.

Todo el mundo no deja escapar a la emperatriz, sus sirvientes están de acuerdos con la chica y hasta sus soldados. La chica les da una buena lección a todos los partidarios de la emperatriz, y estos se vuelven en contra de la mujer. La emperatriz, antes de todo, escucha atentamente a la chica e interrumpe sus andares para volver a la mesa. Termina siendo convencida y firma el tratado de paz e igualdad con ella, echa a llorar cuando ve y aprende de su error. Gracias a la dama Caballestre vuelve la felicidad e igualdad, no sé cómo sería todo sin ella.

FIN

Aalmaleha